como matar el tiempo? Iching y cena

Estoy que no puedo más de los nervios. No llamaron del hospital, pero eso no es garantía de nada. En la primera FIv tampoco llamaron y sin embargo no hubo embriones viables. Mañana a las 9:15 am debemos hablar al hospital para saber si hay un embriónl.

Mi ex-amiga acupunturista no está este fin de semana, así que no me podré pinchar. Me mandó a una colega, pero justo después que ya habíamos arreglado que yo la llamaba si habia transferencia, me apareció con que tenía otro compromiso grave. Me pasó a otra colega. pero ya mi marido dijo: "no. Porque ni la conocés y ya no tiene el mismo efecto ni confianza". Y le di la razón. Debo confiar en mi misma y en mi cuerpo.

Para matar el tiempo, me tiré las monedas del I-Ching, por internet. Si, ya sé no hay que confiar en esas cosas, pero si a una le dicen cosas lindas... se va a dormir con más esperanzas. Me salió lo siguiente:

Éxito..... La perseverancia trae buena fortuna. Este es un tiempo de transición del desorden al orden. Las responsabilidades son inmensas ahora. El camino debe aclararse para organizar y unir fuerzas.

Antes de la terminación, al amanecer del nuevo tiempo, los amigos se reúnen en una atmósfera de confianza mutua, y el tiempo de espera se pasa en la jovialidad.

Esta parte final me hizo gracia. Recién volvemos de una cena con amigos. Fue una especie de despedida de solteros, cena-homenaje a dos amigos que se casan en el exterior y no podemos estar ahí. La pasamos bien. No somos de salir a emborracharnos, así que se dio armar una cena en una casa, disfrazarlos a los homenajeados, hacer juegos de preguntas y respuestas (y reirnos, porque era todo doble sentido). Los premios eran algunos que otros regalito de un Sex-shop. Y comer y charlar en lo posible, con bebés y horarios de bebés incluídos (papilla, siesta, sueño, pañales). Nos hizo bien salir para no estar pendiente de los minutos. Nos hizo mejor todavía que ninguno de los 14 invitados estuviesen al tanto de nuestro tratamiento. No hubo preguntas, porque simplemente ni se imaginan en qué andamos. A veces esta doble vida tiene sus ventajas. Ahora si a dormir y soñar con ese ovulito campeón. Saludos, Natie.