
Aquí estamos con la imposibilidad de planear nada. Algo muy carasterísco de la sociedad donde vivo es la agenda. Uno organiza reuniones familiares, laborales y sociales, con semanas y por qué no decir meses de anticipación. Algo totalmente imcomprensible en la vida diaria argentina. Aqui es totamente normal comprarse un pasaje de avión con 11 meses de anticipación. Sin embargo mi marido y yo entramos en pánico después de este largo camino de la FIV. Y nuestra agenda ya no depende de las reuniones sociales, sino de las citas en el hospital a las 10.10 hs. o a las 15.20 hs. O volver a llamar a las 9.15 am....
Y tanto se incrustó en nosotros esta rutina de no poder planear nuestras propias vidas, que ahora tenemos una fobia terrible a planificar un simple fin de semana para nosotros solos, fuera de esta ciudad.
Hace meses que decimos que queremos tomarnos unos días para nosotros, en alguna playa con sol (para mi marido) y sombra (para mi, donde pueda leer un buen libro). Y nada. Pateamos, esquivamos y postergamos el tema a cada momento. Con la consecuencia que ahora ambos tenemos que trabajar horas extras y no podemos pedir libre en todo el mes de septiembre. ....
Quizás nuestros respectivos jefes se apiaden y de acuerdo al resultado de nuestro tratamiento nos den 2 días libres. La próxima semana. O la siguiente. Y así estamos viendo a dónde ir, pero invadidos a la vez por el temor:
- y si el resultado no es el esperado: vamos a tener ganas de irnos?
- y si el resultado es el esperado: vamos a poder alejarnos de los médicos?
Miedos, miedos y más miedos nos rodean!!!!