
Mi estado de ánimo es una delgada cuerda que rodea a un abismo, en el cual trato de no caer. A veces, me siento lejana a la cuerda, a veces creo que levanto con ambas manos esa cuerda y comienzo a caminar hacia el precipicio.
Pasaron dos ciclos desde mi operación. Si, la vida se cuenta por ciclos a esta altura. Ambos negativos, como era de esperarse. No tuve recomendación alguna luego de mi operación, asi que comenzamos a hacer los deberes inmediatamente, para ver si realmente se aumentaron las posibilidades de embarazo. Qué se le va a hacer, una pretende engañar al destino, o engañarse a si misma, no sé. Ironia del destino mi marido debe entregar una muestra mañana y estamos de abstinencia absoluta por varios dias, Justo cuando se supone que voy a ovular. GRRRRRRRRRR. Asi que este ciclo tampoco lo cuento.
La semana pasada fui a mi nuevo ginecólgo. Me cayó bien, lo cual es un milagro, porque es un discípulo del Todopoderoso. Tenemos luz verde para la segunda FIV, con protocolo largo y estamos ya en el "planning" anotados. Mañana llamaremos para saber cuando empezamos con la medicación, pero calculo que será entre febrero y marzo de 2008 (con suerte), considerando que nos vamos de vacaciones en diciembre y la lista de espera está empezando a alargarse.
En los demás aspectos de mi vida, sigo sumida en una apatia total. Esta horrible sensación de vacio me invade completamente, y no tengo ganas de trabajar de más, de ver amigos (muy poco), de comprar regalos para llevar a mi familia, de leer un buen libro, nada de nada. El frio otoño empezó a llegar a mi corazón también. Odio esta sensación y espero poder combatirla con palabras.